lunes, 31 de enero de 2011

Marcel Duchamp. Ready-Made

Marcel Duchamp en 1913 inventó el concepto READY-MADE. Este concepto sirve para designar objetos corrientes que el artista presentaba como obras de Arte.Duchamp sitúa objetos cotidianos en escenarios insólitos para subrayar que el arte guarda mayor relacion con las ideas que con las cosas.Asi consigue que el espectador se cuestione su propia racionalidad y el modo en que percibe esta y los objetos que le rodean.
Man Ray que durante 50 años estuvo vinculado con Duchamp, realizó Ready-mades que a menudo contenian un transfondo más complejo.Los creaba con la intención de satirizar,irritar, confundir o provocar al algun tipo de reaccion ,encerrando sus obras siempre el factor sorpresa.Man Ray creó Raedy-mades a lo largo de su carrera y siempre logro suscitar polémica y situarse a la cabeza de la vanguardia.
Artistas de los siglos XX y XXI han adoptado esta noción artística.En las últimas décadas del siglo XX, Damien Hirt retomó el concepto de "ready-made" para suscitar controversisas con obras realizadas con peces y otros animales muertos.
Los Ready-mades que ilustran este artículo son los actuales y nuevos trabajos de artistas Neosurrealistas que fieles a la tradicion original de su creador ,no persiguen el atractivo estético o la belleza formal de cualquier obra convencional , encierran eso sí, la "sorpresa conceptual" que conyeva todo ready-made, que es, ni más ni menos, el dar pie a todo tipo de interpretación.
Fuente: http://nadrojbarbanegra1669.spaces.live.com/blog/cns!2DA5726913C88EAF!639.entry

martes, 25 de enero de 2011

Pop Art en el Albertina

La primera gran exposición que acoge el Albertina en 2011 está dedica a dos destacados representantes del Pop Art: Roy Lichtenstein y Mel Ramos (obra illustración).
La muestra se abre con "Roy Lichtenstein. Black & White" el 28 de enero de 2011. La exposición se ocupa del cambio artístico que sufrió Lichtenstein en los años sesenta: En 1961 este artista estadounidense, fallecido en 1997, se cambió al blanco y negro. Inspirado por las ilustraciones publicitarias y de los medios de comunicación, y por las tiras cómicas, a partir de 1968 Lichtenstein realizó 70 impresionantes obras en blanco y negro. Además produjo numerosas pinturas en blanco y negro, que se mostrarán al público por primera vez junto con estas obras en una misma exposición.
Tres semanas después el Albertina mantiene la forma: El 18 de febrero de 2011 comienza la exposición "Mel Ramos. 50 años de Pop Art". El motivo de esta, la que hasta ahora ha sido la retrospectiva europea más extensa, es que el 2010 se cumplió el 75 aniversario del nacimiento del artista californiano. La muestra trata todas sus fases de creatividad: Obras tempranas, representaciones de héroes de cómic como la Mujer Maravilla de los años 60 y sus Pin-ups comerciales, con las que alcanzaría la fama mundial. En estas parodias sobre publicidad de marcas comerciales pintadas al óleo, Ramos deja que sus chicas pin-up se recuesten de forma lasciva sobre botellas de Coca-Cola o paquetes de cigarrillos de gran tamaño. También se podrán contemplar sus obras actuales, así como sus esculturas.
Fuente: http://m.wien.info/es/sightseeing/museums-exhibitions/highlights/lichtenstein-ramos-albertina

martes, 18 de enero de 2011

Fernando Botero en Budapest


Una exposición del Museo de Bellas Artes de Budapest enfrenta pinturas del artista colombiano Fernando Botero con obras clásicas de siglos anteriores que interpretan temas similares.
Botero, que durante su carrera creó paráfrasis de obras de grandes maestros, como Velázquez, Van Eyck o Rafael, explicó en la capital húngara que es la primera vez que ve sus obras al lado de otras, del renacimiento, que representan el mismo tema.
Los organizadores de la muestra colocaron en las paredes del museo, como un juego artístico, el 'Picador' de Botero junto al 'Buñolero' de Ignacio Zuloaga, que interpretan temas semejantes, pero, naturalmente, difiriendo en su presentación.
Y es que según el pintor colombiano, los artistas "interpretan las mismas cosas pero en una forma diferente", mientras que aseguró que "hay mucho que aprender de los grandes maestros".
La muestra, que estará abierta hasta el 23 de enero, recoge unas 60 obras, pinturas y esculturas de Botero, seleccionadas por el artista especialmente para este Museo, ordenados según cuatro grandes temas: los paráfrasis, el pecado, los días cotidianos y los retratos.
El artista, oriundo de Medellín y conocido mundialmente por sus figuras voluminosas, explicó: "la temática de la pintura es la naturaleza y uno de pronto, cuando tiene una impresión fuerte, se desvía de esa temática central".
Es así que Botero llegó a elaborar temas como los de "la violencia en Colombia y la de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, donde los soldados estadounidenses cometieron crueldades y brutalidades".
En ese sentido, lamentó que estas obras no puedan ser presentadas en Budapest, ya que las donó a universidades de Colombia y EE.UU., "para que la gente de allí también las conozca".
De todas formas, según Botero, los artistas después de esos fuertes impactos "siempre vuelven al gran tema de la naturaleza". El artista confesó que lo que más le interesa es el volumen y "pinturas que se interesan en los problemas de siempre, el color, la composición, el dibujo, el tema".
Hoy ya no hay muchos artistas que trabajen de esta forma, que "es una posición unida a la tradición, al contrario del arte de hoy que rompió con la tradición. Los artistas de hoy no se interesan en absoluto en ello", afirmó.
Según Botero, el arte debe llegar directamente a la gente y a las sensibilidades personales, "sin ningún intermediario o alguien que esté al lado explicando".
Es que la gran pintura no necesita explicación, como es el caso de un Tiziano o un Velázquez, aseguró el artista de 78 años.
Además, las obras no deben llegar sólo a las capas privilegiadas sino "también a niveles sociales bajos", aseguró.
"Ayer, por ejemplo, venía de Grecia y el hombre que me estaba cargando las maletas me pidió un autógrafo. Me sucede todo tiempo que la gente más humilde conoce mi trabajo", relató.
Fernando Botero, que reside en París para pintar y en Italia cuando trabaja en las esculturas, acaba de empezar una serie sobre la pasión de Cristo
Fuente: http://www.elespectador.com/entretenimiento/arteygente/articulo-227094-fernando-botero-expone-sus-cuadros-frente-clasicos-renace

Ad Reinhardt. (American, 1913-1967)


La vida y obra del pinto americano Ad Reinhardt. A continuación una reseña como sus pinturas abstractas y su infuencia sobre el minimalismo
American painter and writer. He was renowned for his work as an abstract painter and for his influence on Minimalism; he also wrote and lectured throughout his life, using these forms to deal with matters he felt were best left out of painting. He set his date of birth in the context of a personal, cultural and political chronology, describing it as having taken place nine months after the Armory Show had ended, on the eve of Europe’s entry into World War I and during the year in which Kazimir Malevich painted the first geometric abstract painting. Extensive travel throughout the world fed his encyclopedic interests.
Reinhardt studied (1931–5) literature and then art history under Meyer Schapiro (b 1904) at Columbia University, New York, where he gained a broad-based arts education; also under Schapiro’s influence he became involved in what were then considered radical campus politics. Reinhardt was editor of the humorous campus publication Jester, for which he created covers in a flattened Cubist style.
Reinhardt’s decision to be an artist was strengthened by his years at Columbia, but his practical training as a painter came primarily after graduation, first at the National Academy of Design and, from 1936 to 1937, at the American Artists’ School on 14th Street. There he was affected by the alternatives proposed by the painters who ran the school, Francis Criss (b 1901) and Carl Holty (1900–73), to the then dominant Social Realism: Criss favoured asymmetrical geometry in his urban landscapes; Holty flattened and divided figures and objects into complex and broad shapes of solid colour. Reinhardt became a member in 1937 of the American Abstract Artists (AAA), of which Holty was chairman; Reinhardt also became affiliated to the Artists’ Union and the American Artists’ Congress, through both of which he met Stuart Davis, who became a great inspiration to him. Reinhardt thus allied himself with the forward-thinking American artistic–political groups of the late 1930s.
From 1936 to 1941 Reinhardt was among the relatively few abstract artists employed in the Easel Division of the Works Progress Administration’s Federal Art Project (WPA/FAP). His numerous paintings that resulted consisted of collage-based, solid-toned, linear, interlocking, geometric forms, such as Abstract Painting (1940; priv. col., see Lippard, 1981, pl. 20) in which his circular and rectilinear shapes were composed as variations on small, cut-paper collages. Reinhardt seemed to have reached immediate artistic maturity. During the early 1940s his original Cubist-derived geometry grew in complexity, as organic and gestural markings gradually replaced precise, hard-edged forms. Though the foundation of his art was collage, as the decade progressed his paintings and drawings were characterized by an embellished linear activity comparable to the incipient Abstract Expressionism of some of his colleagues, as in Number 18 (1949; New York, Whitney). Reinhardt’s work was included in The Ideographic Picture, the group exhibition organized in 1947 by Barnett Newman at the Betty Parsons Gallery in New York; among others taking part were Newman himself, Hans Hofmann and Theodoros Stamos. Apart from a year’s interruption for military service from 1944 to 1945, throughout the 1940s Reinhardt’s art focused progressively on a gestural and linear abstraction related to Abstract Expressionism.
When Reinhardt’s funding from the WPA/FAP came to an end in 1941 he began a period of commercial and industrial jobs and freelance graphic work. He was associated with the vanguard PM newspaper as an artist–reporter from 1942 to 1947, producing memorably incisive cartoons. His earliest solo shows occurred in 1943 and 1944 and recognition quickly followed. In 1944 his work was first acquired by a public collection, A. E. Gallatin’s Museum of Living Art (this collection was donated to the Philadelphia Museum of Art in 1946). Reinhardt joined the Betty Parsons Gallery in 1946, where he remained throughout his life. In 1947 he took up a post at Brooklyn College, teaching art history.
There are definite links between Reinhardt’s work and that of the Abstract Expressionists, particularly with Barnett Newman and Mark Rothko. Reinhardt’s abhorrence, however, of the biomorphism, emotionalism and cult of individuality favoured by the Abstract Expressionists led him to produce geometric paintings dominated by grid structures and by variations of a single colour, for example Red Painting (1952; New York, Met.) and Black painting (1952–3; see Colour interaction, colour pl. VIIId), signalling a break with them. Curved forms were eliminated in favour of horizontal and vertical brick-like strokes of paint. Ragged, sinuous edges were purged. His new perception of the work of Piet Mondrian and his personal contact with Josef Albers, with whom he taught in the Yale University Art Department from 1952 to 1953, were catalysts for this return to the geometric. The solid symmetrical blocks of colours characteristic of his late paintings appeared by 1952. These rectilinearly and then squarely structured monochrome paintings were first painted in shades of blue or red and culminated in Reinhardt’s final black series, for example Abstract Painting, Black (1960–66; London, Tate). With these ‘ultimate’ paintings, Reinhardt merged his art and his aesthetics, concentrating the viewer’s attention on gradations of colour of such subtlety that they were nearly impossible to see. Reinhardt’s early identification with the New York School was challenged by his more potent role as the precursor of Minimalism and conceptual art of the 1960s and 1970s. His reductive paintings, buttressed by some of his most complex prose, insisted on the primacy of direct observation unattended by literary or naturalistic association. These dark and seemingly invisible works were composed in nine-part, Greek cross blocks. Reinhardt pursued this form exclusively until his death.
Patterson Sims . From Grove Art Online
Fuente: http://www.moma.org/collection/artist.php?artist_id=4856

viernes, 14 de enero de 2011

antonio de felipe


Pintor español, uno de los representantes actuales del Pop art. Lleva quince años de carrera y ha logrado reimponer este movimiento artístico.
Nació en Valencia en el año 1965, y se licenció en la Facultad de Bellas Artes de esta ciudad por la década del ´80. Es un artista multidisciplinario que no sólo se dedicó a la pintura o a la escultura, sino que también incursionó en distintos campos, como por ejemplo: colaboró con Pedro Almodóvar en la película "Carne Trémula", diseñó cortinas para Telemadrid, creó una vajilla para la firma Santa Clara; y colaboró con importantes publicaciones como ByN Dominical (revista dominical del diario ABC), El País, El Magazine del diario El Mundo, Marie Claire, Elle y la revista Rolling Stone, entre otras.
Se destaca en el arte Pop, rindiendo homenaje al mundo de la publicidad, del cine o de la pintura barroca española. En su obra aparecen representaciones de los objetos más cotidianos, los productos de gran consumo y los iconos de la cultura de masas. Tampoco se olvida de hacer referencia a los grandes pintores clásicos: Velázquez -al que dedicó toda una serie en sus comienzos-, Munch -reinventa El grito sustituyendo al personaje principal por el rey de los monos- o Picasso -en cuyas Señoritas de Avinyò inserta a los mitos más sensuales del Hollywood clásico-.
Pero la temática constante en su trabajo es la publicidad, un ámbito en el que trabajó durante ocho años. Dice estar encantado de que, por primera vez, una marca que aparece en sus cuadros pague por difundir su obra, y afirma que es tan bueno para ellos como para él. Además no cree que sea un problema este nuevo concepto de arte patrocinado, ya que no distorsiona la idea original de sus trabajos.
Ha desarrollado una extensa obra a través de distintas series y entre las más conocidas se destacan las dedicadas a Velázquez, con cuadros como "La infanta de naranja"; los retratos, que incluyen personalidades como Cindy Crawford o la Madre Teresa de Calcuta; la dedicada a la publicidad y "Las Vacas", entre cuyas piezas se encuentra una de sus obras más conocidas, "La vaca Coca-Cola".
Fuente: http://www.comunicaconarte.es/antonio_de_felipe.htm

martes, 11 de enero de 2011

Max Ernst en México

Decir que en el ombligo de la ciudad de México hay un estallido surrealista es decir nada. ¿No los hay todos los días? Sí, pero éste es consciente de sí mismo y pertenece al canon de aquel movimiento que violentara la conciencia de Occidente en la primera mitad del siglo XX. Me refiero a la exposición de Max Ernst en el Museo Nacional de Arte.
Se trata de un verdadero suceso artístico: los collages de Ernst habían estado celosamente guardados desde 1936, año de su última exposición en Madrid, hasta 2008, cuando se mostraron nuevamente en Viena, luego en Brühl, Hamburgo, París, Sao Paulo y finalmente aquí en la ciudad de México. Vayan, si quieren que un verdadero torrente de oxígeno limpie y arrase, así sea momentáneamente, con los aires cargados que estamos condenados a respirar hoy. Vayan si quieren contagiarse de la más espléndida libertad artística. Vayan si están cansados de discursos lineales y vacíos. Vayan para aprender a mirar de otra manera. Vayan para llenarse el ojo de una propuesta artística que es más que eso: “Una semana de bondad” (nombre de la exposición) sugiere nuevas formas y actitudes para apropiarse de la realidad y ponerla en crisis mediante la denuncia, la risa, la sorpresa, la confusión y el azar.
Pero decir que Max Ernst (1891-1976) fue un surrealista es limitarlo. Fue una figura central de dos de los movimientos artísticos más subversivos de las primeras décadas del siglo pasado, el dadaísmo y el surrealismo, sí, pero su personalísima obra desbordó el molde de los grupos y las generaciones. Con una técnica que hoy damos por sabida y sentada, el collage, el artista alemán (luego nacionalizado francés) creó un lenguaje propio con el que incidió de manera notable en la historia del arte del siglo XX. Y reducirlo al collage también es limitarlo: fue un maestro de la fusión, la superposición, la calca y el recorte. Hoy podría adherirse naturalmente a esa leyenda que conocemos tan bien: copy, cut, paste. Una de sus técnicas más preciadas es de una perfecta simplicidad infantil: el frottage (luego llamado grattage cuando la aplicó a la pintura), que consistía en frotar un papel con un lápiz contra una superficie con relieve. Partiendo de un material preexistente, el autor no sólo eliminaba la dictadura de la página en blanco sino la idea misma de autor (otra dictadura), reconvertido en espectador de su propia, sorprendente obra. Collage, frottage, grattage: técnicas de descontextualización que ponen en crisis un orden establecido, lo desfasan de sí y construyen nuevos lenguajes que, de tan abiertos, no pueden constituir un orden otra vez sino poemas visibles, infinitamente interpretables.
Cuando uno entra al Museo Nacional de Arte, después de contemplar unos minutos al “Caballito” de Manuel Tolsá, no está preparado para la fractura iconográfica que supone “Una semana de bondad”. Lo que hizo Ernst fue tomar libros ilustrados de finales del XIX e intervenir sus láminas mediante el recorte y la mezcla de nuevas imágenes. Esta intervención fue hecha con tal meticulosidad que no se nota: creemos que aquella mujer con alas de murciélago o que todos esos hombres con cabeza de león nacieron así (a sus collages Ernst los llamaba “crímenes perfectos”). Las imágenes hablan por sí solas: “Una semana de bondad” es una lectura del mundo en clave de violencia y sensualidad. Dividida en los siete días de la semana (número que también alude a los pecados capitales), la muestra nos va contando, con su particular sintaxis gráfica, una historia rota en fragmentos sobre el poder, la seducción, la fuerza de los elementos naturales, la destrucción, la poesía y un etcétera que crece con la lectura de cada visitante. Hay que ir con tiempo y detenerse en cada pieza para descubrir (como cuando la mirada se acostumbra a la oscuridad) el nacimiento de imágenes que fueron concebidas con la fusión de dos o más elementos heterogéneos. Recordemos las célebres palabras de Lautréamont: “hermoso como el encuentro fortuito en una mesa de disección de una máquina de coser y un paraguas” y rindámonos a una “voluntad que favorezca el azar”, según nos pide Max Ernst.
La muestra termina con una bella e inquietante serie de “poemas visibles”, imágenes límpidas y económicas comparadas con el abigarramiento de los collages previos. Uno de esos poemas visibles consiste en dos hileras de ojos que miran. No se miran entre sí: sólo miran, como diciéndonos que importa la mirada, no lo mirado, que volvamos a confiar en la mirada.
Fuente: http://www.razon.com.mx/spip.php?article48196

martes, 4 de enero de 2011

Pop Art / Arte pop


Este movimiento se produce en la misma época en Gran Bretaña y en Estados Unidos pero de manera independiente y sin apenas influencias mutuas. El pop inglés nace entre 1952 y 1955 en la reuniones del Independent Group (Paolozzi, Hamilton y L. Alloway, entre otros) en el Institute of Contemporary Art (ICA) de Londres. Todos sus integrantes afirman su interés por la cultura urbana producida en masa: películas, ciencia ficción, música pop y el mundo de la imagen. Este grupo de artistas termina por aplicar esta cultura, denominada "pop" por Alloway, a un nuevo tipo de arte figurativo que surgió de dicho interés y lo muestran por primera vez en 1956 en la exposición "This is tomorrow" en la Whitechapel Art Gallery de Londres.
Seguidores de estos pioneros del pop inglés son Peter Philips, Kitaj, Hockney, Boshier y Caulfied. En Estados Unidos en reacción al predominio del expresionismo abstracto surge a mediados de los años cincuenta una nueva generación de artistas que toman como modelo las renovaciones formales de Robert Rauschenberg y Jasper Johns. Entre los artistas del pop americano destacan: Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Claes Oldenburg, James Rosenquist y Tom Wesselman. Con este movimiento la abstracción queda olvidada y se practica una figuración que se nutre de los medios de comunicación y de la producción masiva de artículos de consumo. Con distancia e ironía no fabrican imágenes sino que hacen un comentario artístico sofisticado sobre algunos hechos de la cultura de masas.
Fuente: http://www.masdearte.com/index.php?view=article&catid=59&id=7833&option=com_content&Itemid=8