miércoles, 24 de noviembre de 2010

Si Andy Warhol levantara la cabeza, estaría enfrentado a Michael Bloomberg.


El alcalde de Nueva York, uno de los dirigentes municipales con más competencias en Estados Unidos, ha declarado la guerra a las sopas Campbell’s, inmortalizadas por el rey del pop art. Bloomberg, inmerso en una campaña para concienciar a los neoyorquinos sobre los malos hábitos alimenticios, ha redoblado su ofensiva contra el exceso de sal y ha posicionado la comida envasada en el centro de una nueva campaña publicitaria.
Los anuncios, que estarán situados durante dos meses en las estaciones de metro coincidiendo con el invierno, utilizan una imagen de una lata de sopa de pollo semiabierta de la que sale un torrente de sal. Junto a ella, aparece la advertencia de que “un exceso de sodio” puede provocar “ataques al corazón y derrames cerebrales”.
Reacción
La campaña, cuyo coste ha ascendido a 370.000 dólares (274.540 euros), disgusta a Campbell Soups Company, fabricante de las latas del mismo nombre, que sostiene que los productos incluidos en los anuncios no son representativos de su catálogo de referencias y que se define a sí mismo como un defensor de la reducción del sodio en los alimentos. La empresa ya se había enfrentando anteriormente con el alcalde, porque entiende que pretender reducir el consumo de sal un 20% en cinco años (como quiere Bloomberg) es poco realista y difícil de materializar en todo el sector, de forma generalizada y sin que afecte al sabor de sus productos.
El ataque contra la comida envasada, inspirado en una campaña similar realizada en Reino Unido y dirigido también a productores de pizzas congeladas y ensaladas preparadas, se une a otras iniciativas que la ciudad ha emprendido para mejorar la salud de sus ciudadanos, como prohibir fumar en bares y restaurantes o exigir la inclusión de las calorías en los menús.
Según el Ayuntamiento, cerca de 23.000 muertes anuales por infarto o derrame cerebral se evitarían si se reduce el consumo de sal. La corporación ha obligado a los restaurantes a pasar exámenes de higiene, otorgando notas de la A (la más alta) a la C. Los calificativos deben colgarse en las puertas de los locales.
Fuente: http://www.expansion.com/2010/11/23/empresas/distribucion/1290550915.html?utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter

martes, 16 de noviembre de 2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

Moncloa acogerá la exposición 'Superflat. New pop culture', con una selección de obras de Takeshi Murakami

La Sala de Exposiciones del Centro Cultural Moncloa acogerá entre el 17 de noviembre y el 9 de enero de 2011 la exposición 'Superflat. New pop culture', con una selección de obras del artista contemporáneo japonés Takashi Murakami en la que se podrán ver numerosas litografías en papel, esculturas y objetos de merchandising.
El nombre que Murakami da a su estilo de trabajo es 'Superflat', donde funde sin fisuras las técnicas de la pintura tradicional japonesa con los estilos gráficos contemporáneos que se encuentran en las historietas de manga y anime. Además, el artista japonés asegura estar influenciado por artistas occidentales como Andy Warhol o Steven Spielberg.
El 'superflat' se refiere al hecho de que el espacio pictórico en sus trabajos es literalmente plano, ya que puede leerse de igual manera desde diferentes puntos de vista. Asimismo, es debido a la falta de conciencia de toda jerarquía en las referencias visuales que él utiliza.
"El resultado es un arte extraordinariamente imaginativo y colorido y que actúa tanto como una celebración como una crítica de la cultura popular y underground de Japón", han asegurado fuentes de la organización del evento.
La exposición se podrá visitar de lunes a viernes de 9 a 14 horas y de 17 a 20 horas, mientras que los sábados, domingos y festivos permanecerá abierta en horario ininterrumpido entre las 9 y las 15 horas.
MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Fuente: http://www.europapress.es/madrid/noticia-moncloa-acogera-exposicion-superflat-new-pop-culture-seleccion-obras-takeshi-murakami-20101112200435.html

sábado, 6 de noviembre de 2010

Fernando Botero


Fernando Botero, el artista colombiano mejor conocido por las robustas y exageradas formas humanas de sus obras, es tanto historia viva como una leyenda viviente.
Fernando nació en Medellín, en el Departamento de Antioquía, Colombia, el 19 de abril de 1932. Su padre era un vendedor de ruta quien viajaba en burro a través de las inhospitables regiones montañosas. Cuando Fernando tenía sólo 2 años de edad, su padre murió repentinamente, dejando a Fernando crecer con su madre y sus dos hermanos. Se dice que este trágico evento lo dejó con un permanente vacío, una tristeza a la que él nunca pudo afrontar.
El Medellín de hoy en día es muy diferente al Medellín de Botero cuando era niño. En aquel entonces, Medellín era un pequeño pueblo provincial y tranquilo, donde la iglesia jugaba un papel importante en la vida y moralidad de cada uno. Botero atendió a una escuela de jesuitas, quienes eran muy estrictos. Para disfrutar en sus ratos libres, Botero empezó a dibujar y luego a pintar.
Al crecer se convirtió en un verdadero admirador de las corridas de toros, el cual es un deporte popular en Colombia, derivado de los colonos españoles. Desde los 13 años de edad, él empezó a pintar escenas taurinas, vendiéndolas frente a la arena por 5 pesos y más tarde, como profesional, invirtió cerca de dos años pintando sólo aquello.
Su talento y conocimiento del arte fue evidente desde temprana edad. Cuando tenía tan sólo 17 años de edad, contribuyó con un artículo con el periódico de Medellín “El Colombiano”, titulado “Picasso y la No Conformidad del Arte”, el cual sirvió para revelar su mentalidad vanguardista del arte.
Botero se mudó a Bogotá en 1951 donde tuvo su primera exhibición en la galería Leo Matiz a la edad de 19 años. Cada una de sus obras se vendió. Irónicamente, Botero creció sintiendo verdaderamente difícil el separarse de su obra y llegando a ser el coleccionista más grande de su propia obra, a pesar de haber recibido ofertas de enormes sumas de dinero por sus obras de parte de sus admiradores y coleccionistas de todo el mundo.
Como muchos artistas de su tiempo hicieron, decidió viajar a Europa para estudiar el trabajo de los grandes maestros. Estudió en Madrid, España, en la academia de San Fernando, donde creó obras al estilo Velázquez y Goya, así como en Florencia, Italia, donde aprendió las técnicas del fresco (mural) de los maestros italianos. En el año de 1956, enseñó en la escuela de Bellas Artes de la Universidad de Bogotá, Colombia y viajó a la Ciudad de México para estudiar el trabajo de Rivera y Orozco. Desde ese punto, su experiencia con el muralismo influenció en gran medida la dirección de su futuro como artista.
El estilo de la pintura de Botero más conocido surgió alrededor del año de 1964, y es caracterizado por “formas redondeadas, infladas, pintadas con una suave pincelada casi invisible e hinchadas hasta alcanzar unas figuras humanas de tamaño exagerado con características naturales y objetos de todas clases, celebrando la vida en sí mismos mientras se mofan de su rol en el mundo.” Los sujetos de sus pinturas con frecuencia parecen posar para una fotografía, tal vez para captar su imagen y personalidad en completo silencio, inmóvil.
En 1959, Botero presentó su trabajo titulado “Imágenes Infladas”, en la exhibición del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Aquella exhibición estableció su reputación como un gran pintor a nivel mundial.
A pesar de que las redondeadas y exageradas imágenes son satíricas y pretenden ser humorísticas, éstas también contribuyen a sugerir comentarios políticos y sociales. Los símbolos de poder y autoridad están presentes frecuentemente en su obra, las imágenes de presidentes y soldados así como la de sacerdotes, se convirtieron en el blanco de Botero. El condena el “militarismo, la moral y el comportamiento de la burguesía colombiana.
Y así como la persistente presencia de sus figuras voluptuosas era una constante en el trabajo de Fernando Botero, su obra se orientó y representó incesantemente a su nativa Colombia. Por ejemplo, pinturas como la obra de 1989 “Hombre con un Perro” y “La Colombiana” de 1983, retratan a gente en posiciones y escenarios típicos del paisaje colombiano. Algunas de sus imágenes contienen aún la bandera colombiana y otras obvias referencias. A pesar de su vasto y experimentado entrenamiento, las imágenes de su niñez parecen nunca haber dejado su memoria. Marc Fumaroli llamó a sus pinturas “Un universo de lo improbable, que viene tan clara y fielmente en retórica, en fábulas y cuentos, en resumen, en niñez.”
Se dice también que el trabajo de Botero evoca al famoso escritor, Gabriel García Márquez y a su extraordinaria imaginación, cuyo trabajo ha creado un mundo “tanto mundano como maravilloso,” justo como el de Fernando Botero.
Pero tanto como su trabajo demuestra su amor por su región nativa, Botero también trae consigo temas genéricos convirtiendo su obra en universal. El incluye temas que abarcan de manera extensiva la historia del arte –desde la Edad Media, el barroco italiano, el arte colonial latinoamericano, al arte moderno de vanguardia. Fernando Botero también creó parodias de varios trabajos de arte, incluyendo Bonnard y David. Durante los diferentes periodos de su trabajo, su arte también demostró las influencias recibidas. Por ejemplo, su trabajo de los años sesenta muestra claramente la influencia del francés Paul Gauguin y del español Pablo Picasso.
Pero se dice que su obra y “persona” son mejor comparados con Peter Paul Rubens, un artista del siglo XVII a quien él admira enormemente. El trabajo de Rubens fue la personificación del “Barroco” cuyas figuras carnosas, voluptuosas “existen en un mundo de exuberancia y plenitud, tanto en el dominio de lo sagrado como de lo profano.”
Botero mencionó una vez: “En el arte, mientras tengas ideas y pienses, estás destinado a deformar la naturaleza. Arte es deformación.”
Escrito por Claudia Herrera Hudson
Fuente: http://www.miheroe.org/hero.asp?hero=FernandoBotero